Las obras de canalización en las calles 79 y 84, así como en la Avenida La María, constituyen el más significativo avance para solucionar problema de los arroyos.

De hecho, la Secretaria Distrital de Infraestructura, Nury Logreira, sostiene que con la ejecución de estos proyectos “rompimos el paradigma de que con los arroyos en Barranquilla no se podía hacer nada”.

En el caso de la calle 84, la magnitud del proyecto se refleja desde el mismo momento en que fue concebido.

“Como criterio de diseño se manejó el mayor evento que se pueda presentar aquí en 100 años”, aseguró la funcionaria.

En otras palabras, las obras de la calle 84 están diseñadas para enfrentar el mayor caudal que pudiese presentarse en ese período.

En esta obra, el fuerte caudal que desemboca en la carrera 52, será mitigado mediante el sistema de disipador de energía, que consiste en la caída del agua a través de una serie de gradas que conectan con el nivel del canal, desde donde comienza a escurrir por el mismo.

La obra cuenta con un pilotaje de protección lateral, perforado y fundido in situ, con sus correspondientes vigas de amarre, permitiendo así las excavaciones, el concreto de limpieza y la construcción propiamente dicha de la estructura de canalización.

Es así como se ha procedido con el fundido nocturno, aprovechando una mejor temperatura y los menores problemas de movilidad para luego seguir con el relleno con material seleccionado y finalizar con la estructura de pavimento.

En su trayecto, la canalización incluye cámaras o espacios que permitirán futuras inspecciones. Además, en todas las carreras se contemplan sumideros transversales para captar las aguas antes que lleguen a la 84 y conducirlas directamente al canal de 1.890 metros lineales de longitud.

La canalización está diseñada de tal manera que va recogiendo los mayores caudales a medida que avanzan en dirección hacia el Río Magdalena.

“También se contempla un colector en la calle 82, lo que significa que esta vía también quedará sin aguas pluviales”, destacó Nury Logreira durante una visita de inspección a los trabajos en compañía de Zona Cero.

En forma complementaria las empresas Triple A y Gases del Caribe asumieron la infraestructura y modernización de las redes de servicios a su cargo, sometidas a una reubicación lateral, sobre los andenes.

En la zona del proyecto las redes eléctricas de baja tensión también quedaron quedaron subterráneas, mas no las de media tensión que se mantienen aéreas. Según Electricaribe, las redes de su propiedad no requieren mejoras.

Las redes de las 13 empresas de telecomunicaciones que confluyen en la zona también quedaron subterráneas, sin que asumiesen costos de obras, solamente insumos.

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Teniendo en cuenta los pronósticos de lluvia, se ha dispuesto un plan de contingencia que incluye la disponibilidad de personal las 24 horas, materiales y equipos en la zona, así como la activación permanente de un comité de emergencia del cual forman parte las empresas de servicios públicos y el Cuerpo de Bomberos.

Las obras están a cargo del Consorcio Canales del Futuro, representado por Luis Eduardo Pichón Acosta, por un costo de 59.556 millones 553 mil 725 pesos. Mientras que la interventoría fue contratada con el Consorcio Calle 84, representado por Alberto Pugliese Mercado, por 4.798 millones 984 mil 781 pesos, para un valor total de 64.355 millones 538 mil 506 pesos.

En concepto de la Secretaria de Infraestructura, Nury Logreira, una vez entre en servicio esta obra, se requiere de la concientización ciudadana para evitar el depósito de sólidos y toda clase de basuras en la cuenca del arroyo.

El mismo criterio técnico se ha tenido con las obras ejecutadas en la calle 79, así como las que se ejecutan en el arroyo de La María.